Descubre los materiales más eficientes para tu sistema de aislamiento térmico

La humedad en las paredes puede ser uno de los principales problemas que puede tener un edificio, y evitar su desarrollo es esencial para que nuestra vivienda no se deteriore y nos aporte todas las condiciones de habitabilidad necesarias.

Y es que, causa patologías como pérdida de solidez en su estructura, así como las temidas humedades, que pueden producir apariciones de moho afectando seriamente a la salud humana. Y no es algo que pueda tomarse a broma; según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son más de 100 000 personas las que mueren por residir en viviendas no acondicionadas, e incluye a la humedad en paredes y techos como uno de los principales factores de riesgo.

Por qué sale humedad en edificios y casas

La mejor forma para impedir los efectos devastadores del agua en una construcción y para saber cómo prevenir el moho en las paredes es conocer cuál es su origen. La humedad puede ser originada por 3 formas:

• Humedades por filtración: son las más habituales y se producen por una mala impermeabilización en un edificio. Se originan por la entrada del agua del exterior en elementos como cubiertas, azoteas, juntas de dilatación o muros exteriores, en la mayoría de los casos por una pérdida de impermeabilización de estos elementos. En otros casos, pueden producirse también por rotura de canalones, sumideros y aparición de grietas y fisuras en muros exteriores.
• Humedades por condensación: producidas en aquellos elementos estructurales que están en contacto con el exterior como muros, ventanas o techos, debidas a la diferencia de temperatura existente entre el interior y el exterior de una vivienda. Son fácilmente detectables en ventanas, ya que presentan una especie de rocío sobre el cristal. Se producen por una deficiencia en el aislamiento de todos estos elementos y pueden corregirse mediante el empleo de diversos materiales o aditivos para humedad en paredes.
• Humedades por capilaridad: son las producidas por un ascenso del agua del subsuelo y suben por las paredes y tabiques a las plantas superiores. Suelen aparecer en aquellas edificaciones donde están asentadas en terrenos con grandes concentraciones de agua. Lo normal es que solo se den en las partes bajas de la edificación.

Cómo evitar la humedad en la construcción

Cada patología puede tratarse de diferentes formas para paliar sus efectos, veamos cómo hacerlo en función de su origen y poder emplear los materiales para evitar humedad en paredes, o demás elementos, de forma correcta.

Evitar humedades por filtración

Si las filtraciones son causadas por rotura de elementos como sumideros o canalones, su reparación solucionará el problema. Pero en muchas de las ocasiones, son producidas por una mala praxis en la ejecución de la obra o por desperfectos causados por el paso del tiempo. En estos casos, se derivan en grietas o fisuras, que se pueden reparar fácilmente mediante la aplicación de productos sellantes o corcho proyectado.

Una buena solución suele ser la de utilizar un sistema de aislamiento térmico exterior en fachadas, como el que realiza SATE Mediterráneo, que además de corregir los defectos en una fachada, la impermeabiliza, la aísla y consigue una gran eficiencia energética en su interior evitando los futuros problemas de humedades.

Evitar humedades por condensación

Ya vimos que este tipo de humedades se producen por diferencia de temperatura, por lo que si se detectan, una buena solución inicial es ventilar la vivienda. Pero a veces, son producidos por fallos estructurales, por los que en estos casos habrá que proceder al aislamiento para evitarlo.

Los materiales para evitar humedad en paredes por condensación más empleados son la celulosa, la fibra de madera, las bolitas de EPS, la lana de roca o el corcho, entre otros. Todos ellos presentan una gran cantidad aislante que, además de proporcionar unas buenas condiciones de confort y comodidad en el interior de una vivienda, consiguen un importante ahorro energético.

Evitar humedades por capilaridad

Son las más complicadas de tratar, ya que se producen en las cimentaciones del edificio. Se nota cuando se observa cómo va creciendo la humedad en una pared en sentido ascendente sin sobrepasar el metro de altura. En estos casos, es recomendable acudir a profesionales que puedan tratar la humedad de cimientos con productos adecuados para ello.

Para evitar estas humedades en fase de ejecución, pueden emplearse ciertos aditivos impermeabilizantes que se añaden a la mezcla para crear el hormigón. En otros casos, pueden instalarse bandas antihumedad entre los cimientos y los muros o membranas de PVC.

Si se quieren reparar problemas en rehabilitación, la solución es mucho más compleja, ya que hay que actuar sobre la estructura. Uno de los métodos consiste en la introducción de impermeabilizantes químicos, en forma líquida o en gel, entre los huecos detectados para frenar la humedad. En otros casos, puede actuarse desde el exterior con un drenaje en los muros perimetrales, o aplicando emulsiones bituminosas impermeabilizantes en sus partes enterradas.

Los materiales para evitar humedad en paredes, cimientos, cubiertas o forjados, son esenciales si queremos evitar los efectos dañinos del agua en una edificación. Una buena impermeabilización es esencial para una buena conservación de un edificio y, además, consigue abaratar los recibos energéticos. Y en SATE Mediterráneo somos especialistas en ello.