En las características de una fachada lo más importante es su aislamiento, el cual ha ido mejorando con el paso de los años y con el alza en los precios de los combustibles, por lo que hay diferentes tipos de fachadas de casas atendiendo a cómo se aíslan del frío y del calor.
Tipos de fachadas para casas
Si vamos por zonas rurales no es raro encontrarnos con algunos tipos de fachadas en los que solo hay ladrillo no muy grueso, este es el único elemento constructivo que separa al hogar de la calle.
Eso hoy ha cambiado bastante y nos podemos encontrar fachadas que están diseñadas para aislar a las viviendas del exterior, tanto de las temperaturas como del ruido.
Fachada SATE
Una de las fachadas que más se ponen ahora es la llamada “fachada SATE”, cuyas siglas significan “Sistema de Aislamiento Térmico para el Exterior”.
Este sistema consiste en colocar planchas de aislante térmico que se sitúan en el exterior de la fachada, fijándolas al muro con adhesivo o de manera mecánica y poniendo una malla de refuerzo con el fin de proteger al aislante.
Sobre el mismo aislante se coloca el revestimiento de la fachada, para al final obtener un ahorro de más o menos el 40 % en las facturas energéticas y con un coste de instalación que convierte al sistema en uno de los preferidos en estos momentos. Si necesitas más información sobre la fachada SATE, no dudes en contactarnos.
Fachada ventilada
Otra manera de aislar un edificio es con la fachada ventilada, que se parece a la anterior en que se pone una capa de aislante y encima un material de revestimiento, pero que deja una cámara de aire entre el muro y el aislante.
La idea es que en ese espacio se produzca el efecto chimenea, de forma que en verano la fachada se refresca por la convección y en invierno el aire caliente no se mueve y hace que la vivienda no se enfríe.
Es una de las fachadas más eficientes, pero a cambio su precio es muy elevado, por lo que muchas personas descartan su instalación y se decantan por el sistema SATE.
Fachada tradicional
La que todos conocemos y la más numerosa en nuestras ciudades, ya que funciona muy bien, es muy estética y cualquier albañil sabe ejecutarla porque es la que se construye desde hace al menos cincuenta años.
El muro es de ladrillo y por fuera se puede revestir de cemento, otro tipo de ladrillo decorativo, piedra, etc. Si nos vamos al interior, después del ladrillo hay una cámara de aire que no se ventila y la parte que está dentro de la vivienda puede ser de pladur (muy típico en los Estados Unidos) o de ladrillo más fino en Europa.
Su eficacia depende del grosor del ladrillo, de su tipo, y sobre todo de la cámara de aire, la cual no suele ser muy amplia.
Se usa porque es muy económica, pues su coste es menos de la mitad que el de una fachada SATE, pero está en desuso debido a que los combustibles y la electricidad cada vez son más caros y es poco eficiente.
Fachada ligera
Sobre todo destinada a los grandes edificios, como los bloques de pisos o de oficinas, tenemos la fachada ligera, que se pone sobre la estructura de la vivienda, pero sin formar parte de ella.
Hay dos tipos principales, la fachada panel y el muro cortina. En el primero se utilizan paneles que van recubriendo la pared y se ponen uno muy cerca de otro, mientras que el segundo es una estructura muy fina que se puede colocar en cualquier muro porque no aporta cargas.
Es posible elegir todo tipo de materiales, desde los de apariencia más industrial como el acero o el aluminio, a los más naturales como la madera o la piedra, sin olvidar los polímeros técnicos que dan muy buenos resultados a la hora de aislar.
Entre las características de una fachada ligera está el ser muy fácil de colocar, que se construye de manera industrial (son más económicas y se tarda poco al instalarlas), que ahorra energía y que aísla muy bien del ruido exterior.
Además, ayudan a que entre mucha luz a la vivienda, en especial cuando se emplean materiales como el cristal, por lo que son ideales en edificios destinados al trabajo como los de oficinas.
Ahora mismo hay varios tipos de fachadas y quizá la ligera es la que se sigue construyendo más por el precio, pero con la escalada de las facturas de la luz, el gas o el diésel para las calefacciones, cada vez somos más conscientes de lo importante que es la eficiencia energética, por lo que el sistema SATE está ganando terreno.