Muchas veces, aunque las ventanas y las puertas estén cerradas, el frío sigue colándose en la casa, haciendo que la temperatura baje y que sea necesario aumentar el consumo de calefacción. Para evitarlo, es fundamental contar con una buena capa de aislamiento en todas las entradas a la vivienda, y en este artículo nos vamos a centrar en la puerta de entrada.
¿Es posible aislar una puerta de entrada?
La respuesta es sí. Aunque pueda parecer que es difícil conseguir un buen aislamiento en una puerta de entrada, lo cierto es que existen varias opciones para lograrlo. Debemos destacar que hay muchos factores que influyen en un correcto aislamiento.
El primer paso es comprobar el estado de la puerta y su ajuste al marco. Si la puerta no cierra correctamente, o presenta algún tipo de deformación, será necesario repararla o cambiarla.
El diseño de la puerta y del marco también puede afectar al aislamiento térmico. Por ejemplo, una puerta con ranuras en el panel de cristal puede perder más calor que una puerta sin ellas. Del mismo modo, un marco de puerta con un diseño que proporcione un espacio de aire mayor entre la puerta y el marco mejora el aislamiento térmico.
Además, es importante tener en cuenta que la puerta de entrada no es un elemento aislado, sino que forma parte del conjunto de la fachada. Por lo tanto, es fundamental que el aislamiento de la puerta de entrada se integre con el aislamiento general de la fachada para conseguir un resultado óptimo.
Claves para aislar la puerta de entrada correctamente
Saber cómo aislar la puerta de entrada correctamente es muy importante. Por eso, debemos tener en cuenta lo siguiente:
Sistema SATE: el más eficaz para el aislamiento
El sistema de aislamiento térmico por el exterior (SATE) es una solución integral que permite aislar térmicamente la fachada y la puerta de entrada. Se trata de un sistema que consiste en aplicar una capa de aislante térmico sobre la fachada y cubrirla con un revestimiento. De esta manera, se consigue una mayor eficiencia energética y un mejor aislamiento acústico.
Burletes y placas aislantes
Los burletes son una solución económica y fácil de instalar que permiten reducir las infiltraciones de aire por los huecos entre la puerta y el marco. Se pueden encontrar en diferentes materiales y medidas para adaptarse a cualquier tipo de puerta.
Por su parte, las placas aislantes son otra opción para aislar la puerta de entrada del frío. Se pueden colocar en el interior de la puerta para reducir la transmisión de calor a través de la misma.
Ten en cuenta los vidrios
Si la puerta tiene una ventana, el vidrio debe ser de calidad y tener una buena capacidad aislante. En este sentido, los vidrios dobles o triples son los más recomendados. Esto permitirá reducir la fuga de calor a través de la puerta y mejorar su aislamiento térmico.
Ajuste de la puerta y aislamiento del marco
Es importante asegurarse de que el marco de la puerta también esté correctamente aislado. Para ello, se pueden utilizar materiales aislantes como la lana de roca o el poliestireno.
El tipo de marco de la puerta también influye en su capacidad de aislamiento. Por ejemplo, los marcos de aluminio tienden a ser menos eficientes que los de PVC o madera en cuanto a la prevención de la transferencia de calor. Además, los marcos que presenten fisuras o agrietamientos permiten con más facilidad la entrada de aire frío.
Asimismo, es fundamental que la puerta esté bien ajustada al marco para evitar fugas de aire. Si la puerta tiene holguras o no cierra bien, no cumplirá su función de aislante térmico.
La calidad de la puerta
Por último, es crucial tener en cuenta la calidad de la puerta de entrada. Si la puerta es antigua o presenta un diseño poco eficiente, es necesario considerar la posibilidad de sustituirla por una puerta moderna que cuente con un buen sistema de aislamiento térmico.
En este sentido, es recomendable buscar puertas que cuenten con certificados de eficiencia energética, como, por ejemplo, la etiqueta energética europea.
Material de la puerta
El material de la puerta es relevante para su aislamiento. Las puertas de madera maciza o las de PVC son las más recomendadas en este sentido, ya que tienen una mayor capacidad aislante que otros materiales como el aluminio.
Grosor
El grosor de la puerta también es un factor importante a la hora de conseguir un buen aislamiento. Se recomienda que tenga un grosor mínimo de 4 centímetros para asegurar un buen aislamiento.
En definitiva, contar con una buena capa de aislamiento en la puerta de entrada es fundamental para conseguir un hogar más confortable y reducir el consumo energético.
Para conseguirlo, es importante tener en cuenta las características de la puerta y elegir aquellos sistemas de aislamiento que mejor se adapten a tus necesidades. En este sentido, el sistema SATE que ofrecemos en SATE Mediterráneo se presenta como una de las opciones más eficaces, ya que permite integrar la puerta de entrada en el conjunto del aislamiento térmico de todo el edificio.