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Qué es y qué hace un asesor energético

Los asesores energéticos llevan ya unos años colaborando con las empresas y, actualmente, también lo hacen con las comunidades de vecinos e incluso con los particulares. Porque la constante subida de precios de suministros básicos como la luz y el gas se ha convertido en un problema para todos.

Se trata de un especialista en el uso de energía y en eficiencia energética. Lo que hace es llevar a cabo un análisis detallado de las facturas eléctricas e inspeccionar el equipamiento, para ver qué está llevando a un consumo desmedido y, con base en ello, propone una serie de actuaciones que, si se llevan a la práctica, conseguirán que la eficiencia energética del inmueble sea mayor que la actual.

Es decir, que su labor se centra en llevar a cabo una auditoría energética y, basándose en la misma, proponer las mejoras que se pueden realizar. Como es lógico, estas mejoras requieren una inversión, pero ese dinero gastado se amortiza rápidamente gracias al ahorro que se consigue mes a mes en las facturas de energía.

Beneficios de contar con un asesoramiento energético

Consigue la energía a menor coste

Con una asesoría energética de hogar, luz y gas se empieza a ahorrar desde el primer momento, porque el profesional es un gran conocedor del mercado de la energía y puede recomendar a su cliente con quién contratarla para obtener el mejor precio. De hecho, el asesor tiene acceso a ofertas especiales que normalmente no se realizan de forma independiente a los consumidores.

Ayuda a identificar problemas en el equipamiento

Una instalación eléctrica defectuosa, un aislamiento desgastado o insuficiente en las paredes del edificio, el uso de aparatos de climatización muy antiguos, la existencia de puntos de fuga en puertas y ventanas… Tanto en las empresas como en los edificios y las viviendas particulares, hay muchos elementos que pueden ser responsables de la ineficiencia energética.

Lo que ocurre es que los usuarios los desconocemos o los pasamos por alto, pensando que no será algo importante. Sin embargo, sí lo es. La diferencia en consumo de calefacción entre un edificio que cuente con un buen aislante como el sistema SATE, que ofrecemos en SATE Mediterráneo, y uno que no lo tenga, puede ser de varios cientos de euros en las facturas al cabo de un año.

Y lo mismo ocurre si tenemos un sistema de cableado viejo que no tiene fuerza suficiente para la demanda energética actual de nuestra casa, o si el frío se está colando por las puertas y ventanas. Todos estos problemas nos obligan a un mayor consumo energético para conseguir el confort que necesitamos. Lo que hace el asesor es detectar este tipo de ineficiencias y proponer soluciones de corrección.

En todos los casos, la factura energética empieza a bajar desde el primer mes, haciendo que lo invertido se recupere rápidamente.

Utiliza las nuevas tecnologías

Si gracias al asesor energético ya tenemos un edificio mucho mejor aislado y con una instalación eléctrica que se ajusta a las necesidades reales de los habitantes o usuarios, es momento de recurrir a las nuevas tecnologías.

El asesor puede recomendar el uso de sistemas que ayudarán todavía más a mejorar la eficiencia dentro de la casa o la empresa. Por ejemplo, instalar termostatos inteligentes que controlen el horario de encendido y apagado de la calefacción, o un sistema domótico que se encargue de bajar las persianas en verano durante las horas de más calor.

Recomienda el uso de sistemas más eficientes

El profesional puede aportar una gran cantidad de información sobre sistemas que, aunque el público conoce, no se conocen todas sus ventajas. Esto ayudará al asesorado a tomar decisiones sobre la instalación de placas solares, un sistema de aerotermia, sistemas de iluminación LED, etc.

Cuanta más información se tenga sobre este tipo de elementos, más fácil resulta entender todas sus ventajas, y comprender que una inversión en ellos es una inversión inteligente.

Permite estar al tanto de los cambios regulatorios

La regulación del sistema energético cambia de forma más frecuente de lo que se suele pensar, y no estar al día con su cumplimiento puede convertirse en un problema. Por suerte, gracias al asesor, empresas y particulares pueden estar siempre al tanto de la normativa aplicable y hacer cambios y ajustes en caso de que sea necesario.

En definitiva, con un asesor energético vamos a ser conscientes de los puntos débiles del inmueble y podremos actuar sobre los mismos, con el objetivo de conseguir una mayor eficiencia energética que nos permita pagar menos en la factura eléctrica cada mes y, a la vez, tener una casa o un negocio más sostenible.