El parque de inmuebles de nuestro país necesita una actuación “urgente y necesitada” que sea capaz de promover la rehabilitación energética de edificios.
Pasos para una correcta rehabilitación energética de edificios
Cerca del 60 % de los inmuebles construidos antes de 1980 cuentan con aislamientos bastante deficientes y apenas tienen medidas enfocadas a la eficiencia energética. La Ley de Cambio Climático y Transición Energética tiene como objetivo una reducción considerable de emisiones de gases con efecto invernadero y, teniendo en cuenta que el sector residencial en nuestro país es el responsable del 30 % del consumo de energía, la rehabilitación energética de edificios se hace necesaria para la consecución de estos objetivos.
Por tanto, hay muchos edificios que necesitan rehabilitación energética para poder reducir su consumo de energía. Y muchas medidas que pueden tomarse a nivel individual en cada vivienda para mejorar la eficiencia energética. Pero, para ello, es necesario seguir una serie de pasos que describimos a continuación.
1. Auditoría energética del edificio
La auditoría energética es un estudio que se realiza para conocer el uso de la energía en un inmueble y el coste que representa. Es donde se determina su certificación energética, y esta se clasifica con una letra donde la “A” significa la máxima eficiencia y la “G” la menos eficiente.
El resultado de este informe puede indicar qué medidas pueden llevarse a cabo para mejorar la calificación energética y conseguir una disminución en el consumo de energía.
2. Actuaciones en los elementos
Las pérdidas energéticas en un edificio suelen darse por un escaso aislamiento térmico, una ventilación inadecuada o por fugas de aire. Una rehabilitación de edificios que sea eficiente energéticamente debe centrarse en estos puntos llevando las siguientes actuaciones a cabo:
- Mejora de la estanqueidad: su objetivo es evitar las fugas de aire. Las vías más frecuentes donde se producen son las rejillas de ventilación, los huecos entre la carpintería o fisuras en conducciones, suelos, chimeneas, muros, etc.
- Aislamiento térmico: debe reforzarse la envolvente del edificio, lo que implica efectuar un aislamiento en fachadas y tejados.
- Ventilaciones: instalar un sistema de ventilación natural mediante rejillas o conductos o a través de aparatos de ventilación mecánica como pueden ser los recuperadores de calor, pueden reducir un 90 % la demanda de calor que tenga un inmueble.
3. Mejorar la eficiencia energética en sus instalaciones
En este aspecto de la rehabilitación energética de edificios, hay muchas acciones que pueden llevarse a cabo y que tienen como objetivo mejorar el uso de la energía. Desde actualizar los sistemas de iluminación, calefacción o ascensores a otros más eficientes hasta instalar calderas de condensación, aerotermia mediante bomba de calor, sistemas de techo o suelo radiante o individualizar los consumos en climatización con la instalación de elementos de control y regulación, son algunas de las medidas que pueden implementarse.
4. Ayudas y subvenciones a la rehabilitación de edificios
El PREE (Programa de Rehabilitación Energética de Edificios) que gestiona el IDAE otorga numerosas ayudas para edificios que necesitan una rehabilitación energética. Se solicitan en la comunidad autónoma y están enfocadas a conseguir una sostenibilidad en los edificios existentes.
Cuáles son los factores a trabajar en una rehabilitación energética
Anteriormente, hemos visto que la rehabilitación energética puede afectar muchos apartados dentro de un edificio. Las acciones a realizar deben centrarse en los siguientes apartados:
- Fachadas, cubiertas, tabiques y suelos: incorporar materiales aislantes en estos elementos reducirá significativamente las pérdidas de temperatura interior y solucionará problemas de humedad y ruidos.
- Ventanas: una renovación de ventanas mejora la estanqueidad del edificio y mejora su aislamiento térmico.
- Protecciones solares: la instalación de persianas, toldos, lamas o filtros solares reduce la demanda de aire acondicionado en verano y permite un buen ahorro de energía.
- Instalaciones energéticas: la renovación de instalaciones de climatización, agua caliente o iluminación por otros sistemas más eficientes disminuye los costes energéticos y las emisiones en dióxido de carbono. A este respecto, hay varias recomendaciones que pueden seguirse:
- Incorporar sistemas térmicos a base de energías renovables como la geotermia o la biomasa.
- Instalar sistemas de autoconsumo como los paneles fotovoltaicos que generan y almacenan electricidad.
- Instalar puntos de recarga para coches eléctricos en caso de tener garaje. Este aspecto sería muy interesante si se dispone de autoconsumo solar.
En resumen, la rehabilitación energética de edificios es necesaria para disminuir la demanda energética de un país y, además, beneficia considerablemente a la sostenibilidad de nuestro entorno. Y esa es la razón por la que las diferentes administraciones han puesto en el mercado diferentes ayudas que posibiliten un consumo más eficiente y responsable de nuestras fuentes de energía. Al mismo tiempo, produce un considerable ahorro a los particulares de las viviendas; es un beneficio individual a la par que colectivo.